¿En qué consiste el control de impulsos?
Cuando estamos con alguna emoción fuerte, por ejemplo la rabia o la tristeza, se suele reaccionar de forma no controlada, llevándonos a que ocurran situaciones donde herimos física y verbalmente a las otras personas, y seguido de ello un sentimiento de culpa.
En su mayoría el control de impulsos está relacionado con la dificultad para gestionar las emociones asertivamente donde el sujeto después de la explosión presenta sentimientos de culpa al ver la afectación, pero,también se define como incontrolables actos repetidos que no tienen una motivación racional clara como es el caso del trastorno explosivo intermitente, cleptomanía, piromanía, ludopatía y tricotilomanía.
Es decir, cuando hay un problema de control de impulsos existe una incapacidad de resistirse para llevar a cabo un acto perjudicial ya sea para la propia persona o para los demás.
